En la oscuridad de esta infame noche que amenaza con terminar...
en busca de mi cordura.
Espejo vacío... mujer de misterios que besa mis labios con tanta pasión,
tu altiva presencia congela mis huesos, sublima mi elocuencia... abraza mi desilusión.
Me hace temer amarte.
Prostituta de sufrimientos, corazones rotos y almas incomprendidas,
guardas en tu regazo la mezcla perfecta de tranquilidad y desesperación.
Miel agridulce que fascina mis sentidos...
que como un lento veneno condena mi existencia a tus pechos de soledad.
A morir en anonimato infectado de esta triste felicidad...
que no es más que fiel melancolía.